sábado, 17 de diciembre de 2016

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"El sacerdote de la aldea era distraído en sus oraciones por los niños que jugaban ¡unto a su ventana. Para librarse de ellos, les gritó: «¡Hay un terrible monstruo río abajo. Id corriendo allá y podréis ver cómo echa fuego por la nariz!». 


Al poco tiempo, todo el mundo en la aldea había oído hablar de la monstruosa aparición y corría hacia el río. 


Cuando el sacerdote lo vio, se unió a la muchedumbre. Mientras se dirigía resollando hacia el río, que se encontraba cuatro millas más abajo, iba pensando: «La verdad es que yo he inventado la historia. Pero quién sabe si será cierta...


Es mucho más fácil creer en los dioses que hemos creado si somos capaces de convencer a los demás de su existencia.»


Anthony De Mello







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"Se hace necesaria la máxima discreción cuando interferimos en las actividades corporales instintivas tales como la respiración o el latido del corazón. El mal manejo de la técnica física puede dañar la salud de uno y alterar su equilibrio mental; de aquí la importancia de un maestro de fiar. 


Si no está disponible tal starets, es mejor para el principiante ceñirse simplemente a la recitación específica de la Oración de Jesús, sin preocuparse en absoluto por el ritmo de su respiración o por los latidos del corazón. 


Más a menudo que no, encontrará que, sin ningún esfuerzo consciente por su parte, las palabras de la Invocación se adaptan ellas mismas espontáneamente al movimiento de su respiración.»

Kallistos Ware-El poder del Nombre


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