viernes, 23 de diciembre de 2016

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"El hombre se encuentra solo, perdido y lleno de temores en medio de este vasto universo. La buena religión le hace audaz. La mala religión aumenta sus temores.


Había una madre que no conseguía que su hijo pequeño dejara de jugar y regresara a casa antes del anochecer. 


De modo que, para asustarle, le dijo que el camino que llevaba a su casa era frecuentado por unos espíritus que salían tan pronto como se ponía el sol. Desde aquel momento ya no tuvo problemas para hacer que el niño regresara a casa temprano.


Pero, cuando creció, el muchacho tenía tanto miedo a la oscuridad y a los espíritus que no había modo de sacarle de casa por la noche. Entonces su madre le dio una medalla y le convenció de que, mientras la llevara consigo, los espíritus no podrían hacerle ningún mal en absoluto. 


Ahora el muchacho ya no tiene miedo alguno a adentrarse en la oscuridad fuertemente asido a su medalla.


La mala religión refuerza su fe en la medalla. La buena religión le hace ver que no existen tales malos espíritus.»


Anthony De Mello







***













"Además de las semejanzas, hay también diferencias. 


Todos los cuadros tienen marcos, y todos los marcos tienen ciertas características comunes; sin embargo los cuadros dentro de los marcos pueden ser completamente diferentes. 


Lo que importa es el cuadro, no el marco. En el caso de la Oración de Jesús, las técnicas físicas son como el marco, mientras que la invocación mental de Cristo es el cuadro dentro del marco. 


El «marco» de la Oración de Jesús se parece ciertamente a varios «marcos» no cristianos, pero no debería hacernos insensibles a la singularidad del cuadro que hay dentro, al contenido inconfundiblemente cristiano de la Oración.»

Kallistos Ware-El poder del Nombre



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