sábado, 28 de enero de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"He aquí una de las historias predilectas del Maestro de sufí Sa'di de Shiraz:


Cierto amigo mío estaba encantado de que su mujer hubiera quedado embarazada. El deseaba ardientemente tener un hijo varón y así se lo pedía a Dios sin cesar, haciéndole una serie de promesas.


Sucedió que su mujer dio a luz a un niño, por lo que mi amigo se alegró enormemente e invitó a una fiesta a toda la aldea.


Años más tarde, volviendo yo de La Meca, pasé por la aldea de mi amigo y me enteré de que estaba en la cárcel.


«¿Por qué? ¿Qué es lo que ha hecho?», pregunté.
Sus vecinos me dijeron: «Su hijo se emborrachó, mató a un hombre y salió huyendo. De manera que arrestaron al padre y lo metieron en la cárcel».


Es verdad que pedir a Dios insistentemente lo que deseamos es un ejercicio realmente loable.
Pero es también muy peligroso.»


Anthony De Mello






***













"Cuando hemos alcanzado el amor, hemos alcanzado a Dios y nuestro camino se acaba: hemos pasado a la isla que se encuentra más allá del mundo, donde está el Padre con el Hijo y el Espíritu Santo: a quien sean dados la gloria y el dominio.» 


En la tradición hesicasta, el misterio de theosis ha tomado muy a menudo la forma externa de una visión de luz. 


Esta luz, que los santos contemplan en la oración, no es una luz simbólica del intelecto ni una luz física y creada de los sentidos. 


Es nada menos que la divina e increada Luz del Todopoderoso, que se proyectó desde Cristo en su Transfiguración en el Monte Tabor y que iluminará el mundo entero en su segunda venida en el Último Día.»

Kallistos Ware-El poder del Nombre


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