domingo, 24 de diciembre de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Por lo general, la realidad no es lo que es, sino lo que nosotros hemos decidido que sea:


Una viejecita judía ocupa su asiento en un avión, junto a un enorme sueco al que se queda mirando fijamente. Luego, dirigiéndose a él, le dice: “Usted perdone... ¿es usted judío?”.


“Nox” le responde el sueco.


Pocos minutos más tarde, ella vuelve a insistir: “¿Podría usted decirme, y perdone la molestia, si es usted judío?”.


“¡Le aseguro a usted que no!”, responde él.


Ella se queda escudriñándole durante unos minutos y vuelve a la carga: “Habría jurado que era usted judío...”.             


Para acabar con tan enojosa situación, el hombre le dice a la anciana: “¡Está bien; sí, soy judío”.


Ella vuelve a mirarle, sacude su cabeza y dice: “Pues la verdad es que no lo parece”.


Primero sacamos nuestras conclusiones... y luego hallamos la forma de llegar a ellas.


Anthony De Mello






***













"Antes de llegar a las tareas y quehaceres concretos en los que se desarrolla la misión del contemplativo secular, debemos detenernos en lo esencial de ésta, que consiste fundamentalmente en vivir el amor a Jesucristo y la unión de amor con Dios en la realidad cotidiana, demostrando así que se puede vivir plenamente la vida evangélica en medio del mundo.


Esta transparencia evangélica tiene que empapar todo lo que hace el contemplativo secular, como prueba de que su ministerio es verdadero. 


Así se convierte en medio del mundo en un elocuente y eficaz testigo de lo invisible. Porque, más allá de la eficacia inmediata y constatable de sus acciones externas, tiene como misión ser testigo del misterio de Dios en medio del mundo, consciente de que la oposición de éste a lo sobrenatural no sólo no impide su testimonio sino que le permite darlo más expresivamente.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


No hay comentarios:

Publicar un comentario