jueves, 1 de marzo de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Al Maestro le sorprendió escuchar un enorme griterío cuando se dirigía a su patio. Le dijeron que uno de los causantes del altercado era un discípulo suyo, y él mandó que se lo trajeran y le preguntó cuál era la causa de todo aquel estrépito.


“Ha venido a visitarte una delegación de intelectuales, y yo les he dicho que tú no malgastas tu tiempo con personas que tienen la cabeza atiborrada de libros y de ideas, pero vacía de sabiduría, porque ésa es la clase de personas que, con su engreimiento, originan en todas partes los dogmas y las divisiones entre la gente”.


El Maestro sonrió y musitó: “¡Qué verdad es ésa...! Pero dime: ¿no será tu propio engreimiento, al pretender ser diferente de los intelectuales, la causa de este conflicto y de esta división?”.


Anthony De Mello






***













"Todo lo demás, todo lo que es la vida de Jesús y la obra que realiza, consiste en desarrollar la potencialidad que tiene el «aquí estoy» de la Encarnación. 


Por eso puede decir: «No quieres sacrificios ni ofrendas. No quieres una vida de sacrificios, sino el sacrificio de una vida, como ofrenda sacrificial de amor. 


Aquí estoy». Y esto es, precisamente, la intercesión; es la actitud que convierte toda la vida de Cristo en redentora. 


En general no vemos en el Evangelio que la vida terrena de Jesús contenga muchos acontecimientos aparentemente extraordinarios; de hecho, la mayor parte de su existencia la pasa en el más absoluto anonimato y, al final, muere en un aparente fracaso. 


Pero ha ofrecido su vida; ha hecho su ofrecimiento en función del designio del Padre, de una vocación que Él asume plenamente. Y esto, que es el fundamento de la intercesión, es lo que hace que su vida y su muerte sean eficazmente redentoras.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


No hay comentarios:

Publicar un comentario