sábado, 16 de junio de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Un discípulo deseaba ardientemente renunciar al mundo, pero afirmaba que su familia le amaba demasiado como para permitirle que se fuera.


“¿Amarte?”, le dijo su guru. “Eso no es amor en absoluto Escucha...”. 


Y le reveló al discípulo un secreto del yoga que le permitiría simular que estaba muerto. Al día siguiente, según todas las apariencias externas, el hombre estaba muerto, y la casa se llenó de llantos y lamentaciones de parte de sus familiares.


Entonces se presentó el guru y dijo a la desconsolada familia que él tenía poder para resucitarlo si había alguien que quisiera morir en su lugar. Y preguntó si había algún voluntario.  


Para sorpresa del “cadáver”, todos los miembros de la familia comenzaron a aducir razones por las que debían seguir viviendo. 


Su propia mujer resumió los sentimientos de todos con estas palabras: “En realidad, no hay necesidad de que nadie ocupe su lugar. Ya nos las arreglaremos sin él”.


Anthony De Mello





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"Veamos unas pistas concretas que nos ayuden a profundizar en la oración contemplativa sin renunciar a nuestra presencia en el mundo:


-Vencer la presión del mundo. La vida secular presiona indefectiblemente sobre nuestra vida y su influencia afecta también a la oración, creando ciertas dificultades e interferencias. 


Lo más frecuente es la dispersión, que se manifiesta en distracciones, cansancio o sueño. 


En este punto es esencial que nos mantengamos fieles a la oración por encima de todo, aceptando, incluso, que las dificultades no nos permitan hacer más que una oración «de cuerpo presente» o, como decía alguien, la «oración del saco de patatas», en la que uno se pone delante del Señor aunque tenga la sensación de ser un peso muerto, incapaz ya de pensar o de sentir.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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