martes, 10 de julio de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Jeremías estaba enamorado de una mujer altísima, y todas las noches, al regresar del trabajo a su casa, suspiraba por poder besarla, pero era demasiado tímido para pedírselo.


Una noche, sin embargo, se armó de valor y le dijo: “¿Querrías darme un beso?”. Ella mostró su conformidad; pero, como Jeremías era extraordinariamente bajo de estatura, se pusieron a buscar algo sobre lo que pudiera subirse. 


Al fin, encontraron en una herrería abandonada un yunque sobre el que Jeremías alcanzó la altura deseada.


Tras caminar durante cerca de un kilómetro, Jeremías le dijo a la mujer: “¿Podrías darme otro beso, querida?”.


“No”, respondió la mujer. “Ya te he dado uno, y es suficiente por hoy”.


Y Jeremías dijo: “Entonces, ¿por qué no me has impedido cargar con este maldito yunque?”.


¡El amor soporta la carga sin sentir su peso!


Anthony De Mello





***









"La diferencia entre mandato y consejo es que aquél se da para que se cumpla y éste para que se tenga en cuenta. 


Por eso, al director espiritual no hay que «obedecerle»; pero hay que recibir su ayuda con la docilidad con la que debemos acoger la gracia de Dios para, después de llevarla a la intimidad de la oración, actuar según la propia conciencia.


Y, por lo mismo, el director espiritual no tiene que mandar nada, ni suplir las decisiones de quien se acerca a él a pedirle orientación. 


Simplemente recoge los frutos de la oración y el discernimiento que se le presentan y revisa el proceso seguido para ver si hay garantías de que es de Dios o, por el contrario, percibe que se han filtrado intereses personales que pueden empañar el discernimiento.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


No hay comentarios:

Publicar un comentario