martes, 23 de octubre de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino





"Debido a una serie de circunstancias, un huevo de águila fue a parar a un rincón del granero donde una gallina empollaba sus huevos. Y así fue como el pequeño aguilucho fue incubado junto con los polluelos.


Pasado algún tiempo, el aguilucho, Inexplicablemente, empezó a sentir deseos de volar. De modo que le preguntó a mamá-gallina: “¿Cuándo voy a aprender a volar?»


La pobre gallina era perfectamente consciente de que ella no podía volar ni tenía la más ligera idea de lo que otras aves hacían para adiestrar a sus crías en el arte del vuelo. 


Pero, como le daba vergüenza reconocer su incapacidad, respondió evasiva mente: "Todavía es pronto, hijo mío. Ya te enseñaré cuando llegue el momento.»


Pasaron los meses, y el joven aguilucho empezó a sospechar que su madre no sabía volar. Pero no fue capaz de escapar y volar por su cuenta, porque su intenso deseo de volar se había mezclado con el sentimiento de agradecimiento que experimentaba hacia el ave que le había Incubado.”


Anthony De Mello





***










 21.Acepta que Dios te transforme, aunque eso te lleve a desentonar en el mundo. No te compares con los demás sino con la voluntad de Dios sobre ti.


22.Defiende el silencio interior acallando todo lo que hay de bullicio y ruido en tu vida.


23.Descubre el desierto en tu corazón y en todo lo que te rodea y aprende a vivir en él para encontrarte contigo mismo y con Dios.


24.Busca en todo la paz. Acompasa tu respiración, tus pasos y el latido de tu corazón a la presencia viva del Señor en tu vida.

25. Vive la vida en profundidad, no en extensión; porque sólo Dios, que habita en el centro de tu alma, puede descubrirte toda la riqueza de tu vida.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


No hay comentarios:

Publicar un comentario