viernes, 26 de octubre de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino






"En cierta ocasión, un joven escritor le confesaba a Mark Twain que estaba perdiendo la confianza en su capacidad para escribir. «¿No ha experimentado usted nunca esa sensación?», le preguntó.


"Sí», respondió Twain. "Una vez, después de llevar casi quince años escribiendo, de pronto me vino la idea de que no poseía el más mínimo talento de escritor.»


“¿Y qué hizo usted? ¿Dejó de escribir?»


«¿Cómo iba a hacerlo? ¡Para entonces ya era yo famoso!»


Anthony De Mello




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 36.No te acuestes sin hacer un acto de adoración y poner en las manos de Dios la jornada que termina. Disponte al descanso de tal manera que no se rompa el clima de oración, según las palabras del Cantar: «Yo duermo, pero mi corazón vela».


37.Lee y medita la Palabra de Dios. Sea ella el alimento de tu vida interior y la luz que guíe tu caminar por la vida.


38. Únete a la oración de la Iglesia siempre que puedas. Por la liturgia de las Horas prestas tu voz al Hijo para que alabe y glorifique al Padre.


39.Alimenta tu espíritu con la lectio divina y la lectura espiritual.


40.Evita las prisas y la ansiedad. No lograrás más por correr y perderás la paz. Debes ocuparte de tus tareas pero sin preocuparte de nada que no sea Dios. Haz lo que debas hacer pero con paz, en presencia de Dios y sin perder el tiempo. No olvides que el Señor no quiere ni tu trabajo, ni tus éxitos, ni tus cosas; te quiere a ti.


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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