"Érase una vez un confitero que fabricaba unos dulces en forma de animales y pájaros de diferentes colores y tamaños.
«Puede que mi ardilla sea más pequeña que tu elefante, pero sabe mejor”...y cosas así.
Y el confitero se reía al pensar que los adultos no eran menos ignorantes que los niños cuando pensaban que una persona era mejor que otra.
El que ha alcanzado la iluminación sabe que lo que nos divide es la cultura y las circunstancias, no la naturaleza.”
Anthony De Mello
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"Su discernimiento comenzó ya en su lecho, cuando, convaleciente de la herida recibida en Pamplona, observaba detenidamente sus pensamientos y sentimientos preguntándose adonde le llevaban.
Una vez repuesto de su enfermedad, viajó por toda Europa, desde Roma hasta Inglaterra y desde París hasta Jerusalén, sin dejar un solo instante de atender a sus movimientos interiores, a las mociones místicas que experimentaba en lo más íntimo de su ser.
Te citaré aquí un interesante ejemplo de su proceso de discernimiento.»
Enamorarse de Dios-William Johnston

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