domingo, 31 de julio de 2022

Guía diaria para acompañarnos en el camino



“Un joven sentía una obsesiva pasión por la Verdad, de modo que, abandonando a su familia y a sus amigos, se marchó en su busca.


Viajó por infinidad de países, navegó por muchos mares, subió innumerables montañas...


En suma, pasó todo tipo de dificultades y sufrimientos.



Un día, al despertar, se encontró con que tenía setenta y cinco años y aún no había descubierto la Verdad que tanto había buscado.



Entonces, lleno de tristeza, decidió renunciar a dicha búsqueda y regresar a su casa.



El viaje de vuelta le llevó varios meses, porque ya era bastante viejo.



Al llegar a su casa, abrió la puerta...y descubrió que la Verdad había estado esperándole allí pacientemente durante todos aquellos años.



Pregunta: ¿Le ayudaron sus andanzas a descubrir la Verdad? Respuesta: No, pero sí le prepararon para reconocerla."



Anthony De Mello





***











«Más adelante describiría de modo pintoresco la acción de Dios en el alma comparándola a una gota de agua que cae con suavidad en una esponja, mientras la acción de las fuerzas del mal es como la lluvia que se abate sobre una roca. 



Esto se aplica, creo yo, a la experiencia que acabamos de relatar. La visión del Cardoner, experiencia básica, fue como la gota de agua que iba impregnando suavemente el ser más profundo de Ignacio hasta llevarle a un magnífico despertar. 



La visión de la serpiente, por otra parte, era algo exterior a él, como la lluvia que golpea la roca, y acabaría perdiendo su belleza, trastornándolo y privándole de su paz interior.»



Enamorarse de Dios-William Johnston



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