"Hace muchos años, hubo en China un enorme dragón que iba de aldea en aldea matando vacas, perros, gallinas y niños indiscriminadamente.
Dicho esto, él mismo se transformó en dragón y se puso en medio de un puente, de manera que quien no supiera que se trataba del hechicero no se atrevería a pasar.
Pero un día llegó al puente un individuo que iba de viaje, pasó tranquilamente por encima del dragón y siguió caminando.
El hechicero recobró al instante su aspecto humano y llamó a aquel hombre: «¡Regresa aquí, amigo! ¡Llevo semanas esperándote!»
El que ha alcanzado la iluminación sabe que el miedo está únicamente en la manera en que uno mira las cosas, no en las cosas mismas.”
Anthony De Mello
***
"En efecto, el Espíritu que habita en nosotros es sensible al bien y al mal, estén donde estén.
Y Jesús, recuérdalo, poseía un agudísimo sentido de la presencia del bien y del mal.
Unas veces se regocijaba en el Espíritu y exclamaba: «Te doy gracias, Padre...» (Le 10» 21); otras se sentía profundamente turbado y se lo daba a entender a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo, uno de vosotros me traicionará» (Jn 13, 31).
Enamorarse de Dios-William Johnston
No hay comentarios:
Publicar un comentario