"En cierta ocasión, hablando el Maestro del poder hipnótico de las palabras, alguien gritó desde el fondo de la sala:
«¡Siéntate, bastardo!», dijo el Maestro.
El tipo se puso tan furioso que no podía articular palabra.
Finalmente, estalló en improperios contra el Maestro.
Éste, aparentando arrepentimiento, le dijo:
«Perdóneme, señor, por perder la calma. Le suplico que excuse mi imperdonable error».
El otro se calmó inmediatamente, y entonces le dijo el Maestro:
«Ya tiene usted su respuesta: ha bastado una palabra para encolerizarlo, y otra para tranquilizarlo».
Anthony De Mello
***
"Pero han pasado los tiempos en que la consciencia mítica religiosa abarcaba todos los ámbitos existenciales.
Se alcanzó un nuevo nivel de la consciencia, el mental, que desde hace algunas generaciones domina nuestra comprensión del mundo y la de nosotros mismos.»
La ola es el mar-Willigis Jager

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