"Cuando le preguntaron cómo se descubría el Silencio, el Maestro contó esta historia:
Una fábrica estaba interesada en adquirir pieles de rana.
Al enterarse, un agricultor telegrafió a la fábrica para comunicar que él podía suministrar cualquier cantidad que le pidieran, incluso más de cien mil, si era preciso.
La fábrica le telegrafió: «Envíe una primera remesa de cincuenta mil».
Dos semanas más tarde, llegó a la fábrica una sola piel de rana con una nota que decía:
«Les presento mis excusas, pero ésa es la única piel de rana que he podido encontrar.
El ruido, ciertamente, me engañó».
Más tarde, diría el Maestro: «Examinad el ruido que hace la gente. Luego comprobad el ruido que hacéis vosotros, y descubriréis la nada, el vacío. . . y el Silencio».
Anthony De Mello
***
"De igual importancia son las grandes figuras femeninas de la mística, tales como: Hildegarda de Bingen, Mechthild de Magdeburgo, Gertrudis de Helfta, Hadewijch de Amberes, Marguerita Porete, Teresa de Jesús y una persona tan peculiar como Madame Guyon.
Esta última, a causa de sus enseñanzas místicas, estuvo encerrada en la Bastilla por espacio de cinco años.
Y no hay que olvidar la mística popular, que cuenta entre sus representantes a personas como Jakob Böhme y Angelus Silesius.
Y estos son solamente unos pocos nombres de la gran historia de la mística cristiana.»
La ola es el mar-Willigis Jager

No hay comentarios:
Publicar un comentario