"Los discípulos se escandalizaban de que el Maestro evidenciara tan escasa inclinación hacia el culto.
«Encuentra un objeto de veneración», solía decir, «y muy devotamente, eso sí, te distraerás de lo que es esencial: el conocimiento que conduce al amor».
Y en apoyo de su tesis solía citar las palabras de Jesús sobre los que dicen «Señor, Señor», y luego son totalmente inconscientes del mal que realizan.
En cierta ocasión, se permitió regalar un plátano a un atolondrado visitante, el cual empezó a sentir tal veneración por el regalo que no sabía qué hacer con él.
Cuando se lo contaron al Maestro éste hizo uno de sus típicos comentarios:
«Decidle a ese asno que se lo coma».
Anthony De Mello
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B) Tentaciones contra el amor
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