«Soy un hombre muy rico, pero muy desdichado. . . ¿Puedes decirme por qué?».
«Porque empleas demasiado tiempo en hacer dinero, y demasiado poco en practicar el amor», le respondió el Maestro.
Anthony De Mello
***
"El mundo, sin embargo nos propone trabajos, urgencias y necesidades, sin permitirnos elegir o priorizar, como si la única manera de amar a los demás fuera hacer cosas por ellos, sin que importe el sentido o el valor de lo que hacemos.
Como se trata normalmente de trabajos buenos y meritorios, podemos suponer que agradan a Dios, cuando la realidad es que no se puede construir una vocación partiendo de los quehaceres externos y esperando que éstos construyan la raíz de nuestra vocación o misión.
Como se trata normalmente de trabajos buenos y meritorios, podemos suponer que agradan a Dios, cuando la realidad es que no se puede construir una vocación partiendo de los quehaceres externos y esperando que éstos construyan la raíz de nuestra vocación o misión.
El único modo de afrontar esta tentación es tener muy clara las prioridades, en virtud de la voluntad de Dios para con uno mismo y, a partir de aquí, realizar las elecciones apropiadas para defender dichas prioridades y las correspondientes renuncias a todo aquello que las pueda impedir.»
Fundamentos-Contemplativos en el mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario