lunes, 21 de agosto de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino



«Estoy dispuesto a ir adonde sea en busca de la Verdad», dijo el fervoroso discípulo.

El Maestro esbozó una pícara sonrisa. «¿Y cuándo vas a partir?», preguntó. «En cuanto me digas adonde debo ir».

«Te sugiero que vayas en la dirección en la que apunta tu nariz». «Sí, pero ¿dónde debo detenerme?».

«Donde tu quieras». «¿Y estará allí la Verdad?».

«Sí. Justamente delante de tu nariz, mirando fijamente a esos ojos tuyos que son incapaces de ver».

Anthony De Mello






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"Éste es, precisamente, el camino de la libertad verdadera y plena, que nos da la libertad ante las cosas, ante los demás y ante nosotros mismos.


A partir de esta libertad podré desprenderme de muchos quehaceres que carecen de sentido y de todos esos sufrimientos que resultan de la división o confusión de valores y objetivos. 


Al permitir que el centro de mi ser y de mi vida sea Dios, todo en mí se volverá más sencillo y estará más unificado. 


Porque cuando Dios es mi único interés y el centro mismo de mi interés, todo me sirve fundamentalmente para conocerlo a Él y hacer que  los demás lo conozcan; de modo que mi oración, mi lectura, mi estudio, mi trabajo, etc., se orientan al fin que polariza mi vida y se armonizan plenamente entre sí.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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