jueves, 24 de agosto de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"El Maestro explicaba a sus discípulos que alcanzarían la iluminación el día en que consiguieran mirar sin interpretar.

Ellos quisieron saber en qué consistía mirar interpretando.

Y el Maestro lo explicó así:

Dos peones camineros católicos se hallaban trabajando justamente delante de un burdel cuando, de pronto, vieron cómo un rabino se deslizaba furtivamente en la casa.

«¿Qué vas a esperar de un rabino?», se dijeron el uno al otro.

Al cabo de un rato, el que entró fue un pastor protestante. Ellos no se sorprendieron:

«¿Qué vas a esperar. . .?».

Entonces apareció el párroco católico, que, cubriéndose el rostro con una capa, se deslizó también en el edificio. «Es terrible, ¿no crees? Una de las chicas debe de estar muy enferma».

Anthony De Mello






***













"Lo que pone en marcha la vida contemplativa en una persona es la vocación, es decir, la llamada que Dios le dirige. 


La gracia de esta llamada no hay que entenderla al modo humano, como una voz que nos invita desde fuera a realizar algo. 


La palabra que Dios dirige a una persona no es una simple voz, sino una palabra divina, eficaz y transformadora, que realiza aquello que significa. Dios no sólo llama, sino que, con su llamada, transforma a la persona en aquello a lo que es llamada.


Lo característico de la llamada de Dios es que opera una transformación de la persona, tan absoluta y radical, que la constituye en un ser nuevo, capaz de ser y vivir en conformidad con la parte del misterio de Dios que se le regala y con la que se le configura.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo



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