viernes, 8 de septiembre de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"Al día siguiente, el Maestro contó la historia de aquel hotelero que se quejaba de los negativos efectos que suponía para su negocio la construcción de una nueva autopista.

«La verdad es que no te comprendo», le dijo un amigo. «Todas las noches veo colgado en la puerta de tu hotel el cartel de 'Completo'. . .»

«Sí, pero no te fíes de eso. Antes de que construyeran la autopista, cada noche tenía que rechazar a unas treinta o cuarenta personas, mientras que ahora no pasan nunca de veinticinco».

Y añadió el Maestro: «Cuando estás decidido a sentirte mal, hasta los clientes que no existen son reales».

Anthony De Mello






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"Pero quizá el pasaje más importante en este sentido se encuentra en la oración sacerdotal: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti[...]. Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese» (Jn 17,1-5). 


En el momento en el que Jesús se encuentra en el umbral de su sacrificio y abre su corazón al Padre y a los suyos, se dirige al Padre con una oración que expresa muy bien el sentido y la unidad de su amor, su obediencia, su inmolación y su gloria; una gloria que ofrece el Hijo al Padre y que éste le devuelve como expresión de su comunión de amor.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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