"Una ostra divisó una perla suelta que había caído en una grieta de una roca en el fondo del océano. Tras grandes esfuerzos, consiguió recobrar la perla y depositarla sobre una hoja que estaba justamente a su lado.
Sabía que los humanos buscaban perlas, y pensó: “Esta perla les tentará, la tomarán y me dejarán a mí en paz”.
Sin embargo, llegó por allí un pescador de perlas cuyos ojos estaban acostumbrados a buscar ostras, no perlas depositadas cuidadosamente sobre una hoja.
De modo que se apoderó de la ostra -la cual no contenía perla, por cierto- y dejó que la perla rodara hacia abajo y cayera de nuevo en la grieta de la roca.
Sabes exactamente dónde mirar. Por eso no consigues encontrar a Dios."
Anthony De Mello
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"Se trata de un encargo del Señor que va unido a la gracia que despierta la vida contemplativa y que hace que ésta ocupe un lugar específico e insustituible en la vida de la Iglesia.
Es importante que tengamos en cuenta que por «ministerios» solemos entender espontáneamente las funciones públicas más significativas que existen en la Iglesia y que son fruto de una consagración, ordenación sacramental o encargo público que realiza la misma Iglesia.
Sin embargo, ese reconocimiento o institución pública no hace otra cosa que manifestar una acción del Espíritu Santo, que es el que distribuye los distintos ministerios o funciones.
No puede extrañarnos que cuando el Espíritu Santo llama y transforma a un bautizado para vivir como contemplativo, le lleve también a participar de una manera más plena en la misión salvadora de Cristo.»
Fundamentos-Contemplativos en el mundo
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