miércoles, 28 de febrero de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"La obra estaba en plena representación en el teatro del pueblo cuando, de pronto, cayó el telón y salió al proscenio el director.


“Señoras y señores”, dijo, “me apena profundamente tener que decirles que el protagonista, nuestro queridísimo alcalde, acaba de sufrir un fatal ataque al corazón en su camerino. Por tanto, nos vemos obligados a suspender la representación”.


Al escuchar aquello, una corpulenta mujer de media edad que se encontraba en la primera fila se levantó y gritó agitadísima: “¡Rápido! ¡Que le den caldo de pollo!”.


“Señora”, dijo el director, “el ataque ha sido fatal. ¡El alcalde ha muerto!”.


“¡Entonces, que se lo den enseguida!”.


El director estaba que mordía: “Señora”, suplicó, “¿quiere usted decirme qué bien puede hacerle a un hombre muerto un caldo de pollo?”.


“¿Y qué mal puede hacerle?”, gritó ella.


El caldo de pollo es para los muertos lo que la religión es para los inconscientes, cuyo número, por desgracia, es infinito.”


Anthony De Mello






***












"Pero lo más significativo para nosotros es su disposición. Las palabras del Verbo al encarnarse revelan su actitud en la Encarnación que nos proporciona la clave de la solución que da Dios al imposible problema de la redención. 


Desde el mismo instante de la encarnación del Verbo, toda la oscuridad en la que vive el ser humano se ilumina porque las tinieblas del pecado han sido derrotadas por la luz de Dios, que es Cristo. 


Todo ha cambiado. ¿Y qué es lo que hace el Hijo para realizar ese cambio? ¿Cuál es su actitud?: La resume una simple expresión con la que se dirige al Padre: 


«Aquí estoy»; que es como si dijera: «No quieres sacrificios ni ofrendas, algo distinto de mí (como una vaca, un animal, unos frutos, etc.); pero me has dado una vida, que es lo que te ofrezco. Quieres mi vida. Me has dado una vida humana para poder ofrecértela». 


Al tomar las palabras del Sal 40, la palabra clave con la que el Verbo se encarna es clara: «Aquí estoy».


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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