miércoles, 4 de abril de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Una anciana mujer observó con qué precisión, casi científica, se ponía a cantar su gallo, todos los días justamente antes de que saliera el sol, llegando a la conclusión de que era el canto de su gallo el que hacía que el sol saliera.


Por eso, cuando se le murió el gallo, se apresuró a reemplazarlo por otro, no fuera a ser que a la mañana siguiente no saliera el astro rey.  


Un día, la anciana riñó con sus vecinos y se trasladó a vivir, con su hermana, a unas cuantas millas de la aldea. 


Cuando, al día siguiente, el gallo se puso a cantar, y un poco más tarde comenzó a salir el sol por el horizonte, ella se reafirmó en lo que durante tanto tiempo había sabido: ahora, el sol salía donde ella estaba, mientras que la aldea quedaba a oscuras. ¡Ellos se lo habían buscado!


Lo único que siempre le extrañó fue que sus antiguos vecinos no acudieran jamás a pedirle que regresara a la aldea con su gallo. Pero ella lo atribuyó a la testarudez y estupidez de aquellos ignorantes.”


Anthony De Mello




***











«La Iglesia, desempeñando la función sacerdotal de Cristo, su Cabeza, ofrece a Dios el sacrificio de alabanza: esta oración es la voz de la misma Esposa que habla al Esposo: más aún, es la oración de Cristo, con su Cuerpo, al Padre». 


Por esta razón, la liturgia de las Horas tiene una eficacia de tipo sacramental superior a la oración personal, porque hace realmente presente la oración de la Iglesia y la oración del mismo Cristo.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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