miércoles, 13 de junio de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Una leyenda de los Upanishads. El sabio Uddalaka enseñó a su hijo Svetaketu a descubrir al Uno tras la apariencia de lo múltiple. Y lo hizo valiéndose de “parábolas” como la siguiente: 


Un día le ordenó a su hijo: “Pon toda esta sal en agua y vuelve a verme por la mañana”.  El muchacho hizo lo que se le había ordenado, y al día siguiente le dijo su padre: “Por favor, tráeme la sal que ayer pusiste en el agua”.


“No la encuentro”, dijo el muchacho. “Se ha disuelto”.


“Prueba el agua de esta parte del plato”, le dijo Uddalaka. “¿A qué sabe?”.


“A sal”.


“Sorbe ahora de la parte del centro. ¿A qué sabe?”.             
“A sal”.


“Ahora prueba del otro lado del plato. ¿A qué sabe?”.
“A sal”.


“Arroja al suelo el contenido del plato”, dijo el padre.


Así lo hizo el muchacho, y observó que, una vez evaporada el agua, reaparecía la sal.


Entonces le dijo Uddalaka: “Tú no puedes ver a Dios aquí, hijo mío, pero de hecho está aquí”.


Los que buscan la iluminación no logran encontrarla, porque no comprenden que el objeto de su búsqueda es el propio buscador. Al igual que la belleza, también Dios está en el yo del observador.”


Anthony De Mello





***











"Contando con esto, si deseo ser contemplativo secular debo fijar claramente un horario para la oración, que marque el tiempo, el momento y el lugar dedicados a la oración, en función de lo que veo que necesito para crecer en mi vida interior según lo que Dios me pide. 


Y, una vez fijado este horario, debería mantenerme fiel a él a toda costa, sin permitirme romperlo sin consultar con el padre espiritual. 


La base de esta radicalidad tiene que ser el convencimiento profundo de que la oración es el quehacer más importante de mi vida y de mi jornada. 


Y para ayudarme en mi decisión puede servirme el dejar bien claro ante los demás que mi «cita» con el Señor es lo más importante para mí y no la cambiaré por ninguna otra actividad; al igual que defendería una cita para ir al teatro con mis mejores amigos.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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