jueves, 7 de junio de 2018

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Una mujer estaba agonizando. De pronto, tuvo la sensación de que era llevada al cielo y presentada ante el Tribunal.

“¿Quién eres?”, dijo una Voz. “Soy la mujer del alcalde”, respondió ella. “Te he preguntado quién eres, no con quién estás casada”. “Soy la madre de cuatro hijos”. “Te he preguntado quién eres, no cuántos hijos tienes”. “Soy una maestra de escuela”. “Te he preguntado quién eres, no cuál es tu profesión”.

Y así sucesivamente. Respondiera lo que respondiera, no parecía poder dar una respuesta satisfactoria a la pregunta “¿Quién eres?”.

“Soy una cristiana”. “Te he preguntado quién eres, no cuál es tu religión”. “Soy una persona que iba todos los días a la iglesia y ayudaba a los pobres y necesitados”. “Te he preguntado quién eres, no lo que hacías”.

Evidentemente, no consiguió pasar el examen, porque fue enviada de nuevo a la tierra. Cuando se recuperó de su enfermedad, tomó la determinación de averiguar quién era. Y todo fue diferente.

Tu obligación es ser. No ser un personaje ni ser un don nadie -porque ahí hay mucho de codicia y ambición-, ni ser esto o lo de más allá -porque eso condiciona mucho-, sino simplemente ser."

Anthony De Mello





***











"Es imprescindible reservar diariamente momentos amplios de silencio interior, como expresión de que Dios habita en nosotros. 


Luego, en el trabajo, en la calle, en medio de las diferentes actividades, incluso entre el bullicio del mundo, hemos de vivir conscientemente el secreto del silencio interior. 


Así, el silencio se convierte en el impulso que mueve a orar en medio del mundo y llena de paz el alma en cada momento. Y no olvidemos que la eficacia del contemplativo está precisamente en su silencio; de forma que podemos decir que, si su silencio no es eficaz, tampoco lo será su palabra.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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