"Los muros que les aprisionan son mentales, no reales.
Un oso recorría constantemente, arriba y abajo, los seis metros de largo de su jaula.
Cuando, al cabo de cinco años, quitaron la jaula, el oso siguió recorriendo arriba y abajo los mismos seis metros, como si aún estuviera en la jaula. Y lo estaba... para él.”
Anthony De Mello
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"Cuando hablamos de "yo" generalmente no nos referimos a lo que somos. Por un acto monstruoso de reduccionismo, la profundidad infinita de lo que somos se confunde con el sonido emitido por las cuerdas vocales o con el pensamiento del yo que tengamos en nuestra mente y lo que sea con lo cual éste se identifique.
¿Entonces a qué se refieren normalmente el yo, el mi y lo mío?
Cuando un bebé aprende que una secuencia de sonidos emitidos por las cuerdas vocales de sus padres corresponde a su nombre, el niño comienza a asociar la palabra, la cual se convierte en pensamiento en su mente, con lo que él es.
En esa etapa, algunos niños se refieren a sí mismos en tercera persona."Felipe tiene hambre". Poco después aprenden la palabra mágica "yo" y la asocian directamente con su nombre, el cual ya corresponde en su mente a lo que son.»
Una nueva tierra- Eckhart Tolle
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