"Cuando alguien se jactó de los logros económicos y culturales de su país, el Maestro, completamente impávido, le preguntó: «Y todos esos logros ¿han producido algún cambio en los corazones de tus compatriotas?»
Y contó el caso de aquel hombre blanco que, capturado por los caníbales y conducido ante el jefe de la tribu antes de ser asado vivo, comprobó asombrado cómo el cacique hablaba el inglés con perfecto acento de Harvard.
«Los años que pasó usted en Harvard», le preguntó el hombre blanco, «¿no sirvieron para cambiarle en nada?».
«Por supuesto que sí», respondió. «Sirvieron para civilizarme: una vez que usted haya sido asado, me vestiré para cenar y usaré cuchillo y tenedor».
Anthony De Mello
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"Mi Maestro Zen, Yamada Roshi, al hacer su experiencia decisiva se pasó tres días riendo ininterrumpidamente.
Como es fácil imaginar, su mujer creyó que se había vuelto loco; pero no era así.
Reía porque la «iluminación» le resultó muy fácil, porque él había «despertado» cayendo simplemente en la cuenta de que la realidad puede ser totalmente banal y, al mismo tiempo, completa.
Y entonces, de golpe, le resultan a uno ridículas toda la teología y la filosofía que ha cultivado.
O sea, el camino espiritual tiene diferentes características según la persona, y el modo de recorrerlo dependerá de la disposición psíquica de cada uno.»
La ola es el mar-Willigis Jager
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