"El devoto se arrodilló para ser iniciado en el discipulado, y el guru le susurró al oído el sagrado «mantra», advirtiéndole que no se lo revelara a nadie.
«¿Y qué ocurrirá si lo hago?», preguntó el devoto.
«Aquel a quien revelares el "mantra"», le dijo el guru, «quedará libre de la esclavitud de la ignorancia y el sufrimiento; pero tú quedarás excluido del discipulado y te condenarás.»
Tan pronto hubo escuchado aquellas palabras, el devoto salió corriendo hacia la plaza del mercado, congregó a una gran multitud en torno a él y repitió a voz en cuello el sagrado «mantra», para que lo oyeran todos.
Los discípulos se lo contaron más tarde al guru y pidieron que aquel individuo fuera expulsado del monasterio, por desobediente.
El guru sonrió y dijo: «No necesita nada de cuanto yo pueda enseñarle. Con su acción ha demostrado ser un guru con todas las de la ley.»
Anthony De Mello
***
"Por decirlo brevemente: en esa persona sigue vivo el niño o la niña que fue, y que se sintió frustrado o frustrada en su primera necesidad.
Por el contrario, al sentirse reconocido, el niño podrá hacer pie en la seguridad afectiva y, a partir de ella, superar aquella necesidad de la que, en su carácter más intenso, quedará libre.”
ENRIQUE MARTÍNEZ LOZANO-LA DICHA DE SER
No hay comentarios:
Publicar un comentario