"La cultura y las circunstancias les hacen vivir una «existencia de ascensor”
"La impaciente y arrogante viuda pulsó el botón de llamada del ascensor y se puso furiosa, porque éste no apareció al instante.
Cuando, al fin, lo hizo, le rugió al ascensorista:
«¿Dónde demonios estaba usted?»
"Señora, ¿dónde quería usted que estuviera con un ascensor?»
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