"Un hombre apoyado en la barra del bar se volvió hacia un desconocido que se encontraba sentado junto a él y le dijo:
..Francamente, no lo entiendo. Sólo me hace falta una copa, una sola copa, para emborracharme.»
“¿De veras? ¿Una sola copa?»
“Una sola, de veras. Y, por lo general, es la octava.»
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