miércoles, 19 de julio de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Un hombre que había empleado años en estudiar las leyes de su religión le dijo el Maestro:

«La clave de una vida santa y buena está en el amor, no en la religión ni en la ley».

Y le contó el caso de dos muchachos que acudían un día a la catequesis dominical, pero estaban tan hartos de doctrina que uno de ellos propuso «hacer novillos».

«¿Hacer novillos? ¡No sabes lo que dices! Nuestros padres nos echarían mano y nos molerían a palos. . .».

«¡Pues les devolvemos los golpes!».

«¡Cómo! ¿Pegar a tu padre...? ¡Debes de estar loco! ¿Has olvidado que Dios nos manda honrar padre y madre?».

«Es verdad. . . ¡Hagamos una cosa: tú pegas a mi padre, y yo al tuyo!».

Anthony De Mello







***














"Con frecuencia se trata de personas significativamente marcadas por alguna de las variadas formas de pobreza que existen (material, cultural, psicológica, etc.) y a las que Dios impulsa a una vida contemplativa humanamente incompatible con esa pobreza, pero que, precisamente por eso, se hace fácilmente compatible con ella como milagro de la gracia, y convierte a esa persona en testigo incuestionable del llamamiento universal a la santidad.


Así pues, Dios parece poner un especial empeño en que algunas personas entren y permanezcan en esta plenitud de vida cristiana que quiere para todos. 


Y ese interés y deseo lo muestra suscitando en ellas un encuentro personal con Él y dándoles la gracia que potencia el ser bautismal, para impulsarles con fuerza hacia la unión con Él y a la transformación en Cristo. Y a eso es a lo que llamamos «vocación contemplativa».


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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