"Un hombre le pidió a Bayazid que lo aceptara como discípulo.
“Si lo que buscas es la Verdad”, le dijo Bayazid, “hay una serie de requisitos que respetar y unos deberes que cumplir”.
“¿Y cuáles son?”.
“Tendrás que acarrear agua, cortar leña, limpiar y cocinar”.
“Estoy buscando la Verdad, no un empleo”, dijo el hombre, a la vez que se marchaba.”
Anthony De Mello
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"El contemplativo no sólo quiere ser consciente de su consagración bautismal y de la exigencia de los consejos evangélicos que conlleva, sino que, frente a tantos que se conforman con los mínimos obligatorios de su consagración, se siente movido por el Espíritu Santo a llevar la suya hasta el extremo y abrazar la locura voluntaria de asimilarse existencialmente con el alma de Jesucristo hasta el máximo y con todas las consecuencias.
Esta locura no puede ser comprendida ni aceptada por quienes carecen de una auténtica fe, que tal vez son capaces de llevar a cabo la renuncia a algún bien como medio para alcanzar otro bien mayor como la justicia, la libertad, el progreso, etc., pero son incapaces de entender la renuncia a todo con el único fin de dar gloria a Dios y cumplir su voluntad, sin otro objetivo distinto.»
Fundamentos-Contemplativos en el mundo
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