“En un terreno desocupado que lindaba con su casa, un cuáquero había puesto un cartel con la siguiente leyenda: Este terreno le será dado a quienquiera que esté verdaderamente satisfecho.
Un acaudalado granjero que pasó por allí se detuvo a leer el cartel y se dijo: «Si nuestro amigo el cuáquero está dispuesto a entregar este terreno, también yo puedo reclamarlo antes de que lo haga otro. Soy rico y tengo cuanto necesito, de modo que cumplo el requisito exigido.»
Se acercó, pues, a la puerta de la casa, llamó y explicó el motivo de su presencia. «¿Y estás verdaderamente satisfecho?», le preguntó el cuáquero.
«Naturalmente que sí: tengo todo cuanto necesito.»
«Amigo», le dijo el cuáquero, «si estás satisfecho, ¿para qué quieres ese terreno?»
Mientras otros se afanan por las riquezas, el instruido, contento con lo que tiene, lo posee sin necesidad de afanarse.
Al contentarse con poco, es tan rico como un rey. Incluso el rey es pobre cuando no le basta con su reino.”
Anthony De Mello
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«Esto sucede en parte como resultado de las enseñanzas espirituales surgidas por fuera de las religiones tradicionales, pero también debido a la influencia de las enseñanzas de los antiguos sabios orientales, que un número creciente de seguidores de las religiones tradicionales pueden dejar de identificarse con la forma, el dogma y los credos rígidos para descubrir la profundidad original oculta dentro de su propia tradición espiritual, y descubrir al mismo tiempo la profundidad de su propio ser.
Se dan cuenta de que el grado de "espiritualidad" de la persona no tiene nada que ver con sus creencias sino todo que ver con su estado de conciencia. Esto determina a su vez la forma como actúan en el mundo y se relacionan con los demás.»
Una nueva tierra- Eckhart Tolle
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