"En cierta ocasión, un discípulo le dijo a Confucio:
Le respondió Confucio: "Alimentos, armas y la confianza del pueblo.»
"Pero, si tuvieras que prescindir de uno de esos tres ingredientes», siguió preguntando el discípulo, “¿de cuál de ellos prescindirías?»
"De las armas.»
“¿Y si tuvieras que prescindir de uno de los otros dos?»
"De los alimentos.»
“¡Pero, sin alimentos, la gente moriría...!»
"Desde tiempo inmemorial», dijo Confucio, "la muerte ha sido el destino de los seres humanos. Pero un pueblo que ya no confía en sus gobernantes está verdaderamente perdido.»
Anthony De Mello
***
"La segunda diferencia es más importante. Para el monje cristiano, recobrar el paraíso no es el fin de su viaje, sino sólo el comienzo.
Juan Casiano, padre del desierto, distinguía entre un «fin intermedio» y un «estado supremo» o final en la vida del monje.
El fin intermedio es la pureza de corazón y pobreza interior, junto con un profundo sentido de la presencia de Dios conocido mediante el «no conocer», es decir, mediante el abandono del pensamiento conceptual.
Tal es la inocencia perdida por Adán y, hasta cierto punto, encontrada por el monje. Por otra parte, el estado supremo y final trasciende de la muerte, situándose en la resurrección y en las realidades escatológicas del Apocalipsis.»
Enamorarse de Dios-William Johnston
Buenos los 2...pero Anthony....genial
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