"Un grupo de misioneros recién llegados alquiló los servicios de un nativo para que los llevara en canoa por el río Congo.
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"Ahora bien, esa manera de compartir la experiencia contemplativa se basa en un diálogo interno, que es el más importante de todos.
Es un diálogo en el que abrimos nuestra mente y corazón para recibir las enseñanzas de otras religiones.
Constituye para nosotros un desafío a transformarnos, a cambiar.
Parecerá esto arduo y trabajoso, pero es sumamente fructífero.
En ese diálogo no necesitamos hablar con nadie.
Basta con que leamos y aprendamos lo que puede enseñarnos la otra religión (en nuestro caso el budismo) y permanezcamos abiertos al desarrollo de un proceso interno que continúa incluso durante el sueño.»
Enamorarse de Dios-William Johnston

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