"Para el Maestro, todas las normas, por muy sagradas que fueran, tenían un valor puramente funcional y debían someterse a la Realidad, que era la única Ley Suprema.
Cuando, finalmente, pidieron el parecer del Maestro, éste le dijo a su mujer:
«Deja que se lo compre. . . Si el vestido no se le cae, es señal de que la niña tiene suficiente edad para llevarlo».
Anthony De Mello
***
"Ha hablado de un segundo prejuicio.
También deberíamos dejar de echarle en cara a la mística oriental que predica la autosalvación.
En la mística, salvación es «conocer» o «experimentar» la realidad, que es un don que recibe la persona capaz de desasirse.
Tan solo por el desasimiento se llega a la realidad siempre presente, no oscurecida por el yo, pero nunca mediante la realización de acto alguno.
Somos, más bien, los cristianos los que estamos educados para ganarnos el cielo mediante obras buenas.»
La ola es el mar-Willigis Jager

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