"El Maestro se aseguraba de que la biblioteca del monasterio estuviera bien provista de libros sobre toda clase de materias: Política, Arquitectura, Filosofía, Poesía, Agricultura, Historia, Ciencia, Psicología, Arte... y la sección que él más frecuentaba: Ficción.
Siempre estaba con el mismo estribillo:
«¡Dios nos libre de las personas que no piensan, no piensan y no piensan!»
Y nada le inspiraba tanto miedo, según decía él mismo, como la mente «de piñón fijo» o el fanático de un solo libro.
Lo cual desconcertaba a los discípulos, porque no cuadraba muy bien con la insistencia con que el Maestro preconizaba la percepción no-racional y el conocimiento no conceptual.
Cuando alguien le preguntó abiertamente a este respecto, el Maestro dio esta ambigua respuesta: «Un clavo saca otro clavo, ¿o no?»
Anthony De Mello
***
"Dice que se puede reconocer a los embaucadores. ¿Cómo?
Siempre resulta sospechoso que alguien que se presenta como maestro espiritual se dé a sí mismo mucha importancia.
También resulta sospechoso que procure que las personas dependan de él.
Hará muy mal si habla de cosas que no ha experimentado por sí mismo y de las que no pueda dar testimonio.
Y lo peor de todo es que persiga con ello intereses económicos.»
La ola es el mar-Willigis Jager

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