"He aquí un cuento que el Maestro contó a un filósofo que quiso saber por qué la inteligencia podía ser un obstáculo para alcanzar la iluminación:
Érase un avión en el que iban sólo tres pasajeros: un famoso científico, un boy scout y un obispo.
El avión sufrió una avería, y el piloto anunció que él se largaba, pero que únicamente había tres paracaídas, y uno era para él: los tres pasajeros deberían decidir quién de ellos debía quedarse.
Dijo entonces el científico: «Puesto que yo soy un hombre necesario para el país, supongo que uno de los paracaídas ha de ser para mí». Dicho lo cual, agarró uno y saltó afuera.
El obispo miró al boy scout y le dijo:
«Hijo mío, yo ya he vivido mucho, por lo que creo que lo más lógico es que el paracaídas restante sea para ti. No me importa morir».
«No será necesario, señor obispo», dijo el boy scout. «Todavía quedan dos paracaídas, porque ese tipo ha saltado con mi mochila».
Y añadió el Maestro: «De ordinario, la inteligencia no da cabida al conocimiento».
Anthony De Mello
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"Pero también es preciso contestar a otras preguntas acuciantes, sobre todo en la Iglesia católica: ¿qué pasa con la igualdad de derechos de la mujer?, ¿no es necesaria la libre elección entre celibato y vida en pareja?
Otros desarrollos deseables serían: una valoración positiva de la sexualidad, estructuras democráticas en las Instituciones, abandono del Dios castigador, la disposición de acompañar la renovación de la Institución de manera crítica, sin querer impedirla a toda costa.»
La ola es el mar-Willigis Jager

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