"LA MIRADA DE JESÚS
«En el Evangelio de Lucas leemos lo siguiente:
Le dijo Pedro: «¡Hombre, no sé de qué hablas!». Y en aquel momento, estando aún hablando, cantó un gallo, y el Señor se volvió y miró a Pedro...
Y Pedro, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente.
Yo he tenido unas relaciones bastante buenas con el Señor. Le pedía cosas, conversaba con Él, cantaba sus alabanzas, le daba gracias...
Pero siempre tuve la incómoda sensación de que El deseaba que le mirara a los ojos..., cosa que yo no hacía.
Yo le hablaba, pero desviaba mi mirada cuando sentía que Él me estaba mirando.
Yo miraba siempre a otra parte. Y sabía por qué: tenía miedo. Pensaba que en sus ojos iba a encontrar una mirada de reproche por algún pecado del que no me hubiera arrepentido.
Pensaba que en sus ojos iba a descubrir una exigencia; que había algo que Él deseaba de mí
Al fin, un día, reuní el suficiente valor y miré. No había en sus ojos reproche ni exigencia. Sus ojos se limitaban a decir: «Te quiero».
Me quedé mirando fijamente durante largo tiempo. Y allí seguía el mismo mensaje: «Te quiero».
Y, al igual que Pedro, salí fuera y lloré."
Anthony De Mello
***
"Agustín advierte: "Si lo comprendes, no es Él (Dios), y si es Él, no lo comprendes" (Pl.83,360).
Otros autores expresan la misma idea: La persona que busca a Dios solamente podrá abrirse al misterio incomprensible por "la oscuridad resplandeciente" (Dionisio Areopagita).
Por el vaciamiento, por "la oscuridad del alma" (Buenaventura).
"Quien cree haber reconocido a Dios, reconociendo alguna cosa, ése no reconoce a Dios" (Eckhart).
Lo que denominamos Dios es lo que se realiza y toma forma desde un fondo inconcebible.»
WILLIGIS JÄGER-LA VIDA NO TERMINA NUNCA

No hay comentarios:
Publicar un comentario