«GRACIAS» Y «SÍ»
«¿Qué significa amar a Dios? A Dios no se le ama del mismo modo que se ama a las personas a las que uno puede ver, oír y tocar.
Porque Dios no es una persona en el sentido en que nosotros usamos esta palabra.
Dios es el Desconocido. El totalmente Otro. Dios está por encima de expresiones tales como él o ella, persona o cosa.
Cuando decimos que la audiencia llena la sala y que la voz del cantante llena también la sala, estamos empleando la misma palabra para referirnos a dos realidades totalmente diferentes.
Cuando decimos que amamos a Dios con todo nuestro corazón y que amamos al amigo con todo nuestro corazón, estamos también empleando las mismas palabras para expresar dos realidades totalmente diferentes.
Porque la voz del cantante en realidad no llena la sala. Y no podemos realmente amar a Dios en el sentido corriente de la palabra.
Amar a Dios con todo el corazón significa decir un «Sí» incondicional a la vida y a todo lo que la vida trae consigo.
Aceptar sin reservas todo lo que Dios ha dispuesto con relación a la propia vida. Tener la actitud que tenía Jesús cuando dijo: «No se haga mi voluntad, sino la tuya».
Amar a Dios con todo el corazón significa hacer propias las célebres palabras de Dag Hammarskjold:
Por todo lo que ha sido, gracias. A todo lo que ha de ser, sí.
Esto es lo que únicamente puede darse a Dios. En este terreno Dios no tiene rival.
Y comprender que en esto consiste amar a Dios significa, al mismo tiempo, comprender que amar a Dios no es obstáculo para amar incondicional, tierna y apasionadamente a los amigos.
La voz del cantante inunda la sala y sigue en posesión de la misma, prescindiendo de lo atestada de gente que la sala pueda estar.
La presencia de mayor número de gente no es para ella ningún obstáculo.
La única amenaza podría venir de una voz rival que pretendiera ahogarla.
Dios conserva un dominio indiscutible sobre tu corazón, prescindiendo del número de personas que quepan en él.
Tampoco es obstáculo para Dios la presencia de dichas personas. La única amenaza podría venir de un intento, por parte de esas personas, de desvirtuar el «sí» incondicional que tú pronuncias a todos los planes que Dios pueda tener acerca de tu vida."
Anthony De Mello
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"Percibir las necesidades espirituales básicas
Si no se satisfacen las necesidades físicas básicas, el ser humano enferma.
Si deja de comer, si carece de oxígeno y de agua, el ser humano muere.
Pero, de la misma forma, enferma si no satisface las necesidades espirituales básicas.
Lo trágico radica en el hecho de que la mayoría de las personas ni siquiera se da cuenta de estas necesidades espirituales básicas.»
WILLIGIS JÄGER-LA VIDA NO TERMINA NUNCA

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