"Nistero el Grande, uno de los santos Padres egipcios del Desierto, iba un día paseando en compañía de un gran número de discípulos, que le veneraban como a un hombre de Dios.
De pronto, apareció ante ellos un dragón, y todos salieron corriendo.
Muchos años más tarde, cuando Nistero yacía agonizante, uno de los discípulos le dijo:
“Padre, ¿también vos os asustasteis el día que vimos el dragón?”.
“No”, respondió Nistero.
“Entonces, ¿por qué salisteis corriendo como todos?”.
“Pensé que era mejor huir del dragón para no tener que huir, más tarde, del espíritu de vanidad”.
Anthony De Mello
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"La transformación no es otra que la desapropiación del yo, que se ha descubierto como una pseudo-identidad.
La persona deja de girar en torno al yo –y a sus construcciones mentales, sean filosóficas o teológicas– y emerge una vida que ya no se centra en los intereses egoístas: esa es la persona sabia.”
ENRIQUE MARTÍNEZ LOZANO-LA DICHA DE SER

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