"Durante la era Meigi vivían en Tokyo dos célebres maestros que eran entre sí lo más diferente que pueda imaginarse.
Uno de ellos era un maestro Shingon que se llamaba Unsho y observaba meticulosamente todos y cada uno de los preceptos de Buda.
Se levantaba mucho antes de que amaneciera y se retiraba cuando aún no era de noche, no probaba bocado después de que el sol hubiera alcanzado su cénit ni bebía una gota de alcohol.
El otro, llamado Tanzan, era profesor de filosofía en la Universidad Imperial Todal y no observaba uno solo de los preceptos, pues comía cuando le apetecía hacerlo y dormía incluso durante el día.
En cierta ocasión, Unsho fue a visitar a Tanzan y lo encontró borracho, lo cual constituía un verdadero escándalo, porque se supone que un budista no debe probar ni gota de alcohol.
“¡Hola, amigo!”, exclamó Tanzan. “¡Entra y toma una copa conmigo!”.
Unsho estaba escandalizado, pero consiguió controlarse y decir tranquilamente: “Yo no bebo nunca”.
“El que no bebe”, diio Tanzan, “no es humano”.
Entonces, Unsho perdió la paciencia: “¿Quieres decir que yo soy inhumano porque no pruebo lo que Buda prohibió explícitamente probar?
Y si no soy humano, ¿qué soy?”.
“Un Buda”, dijo alegremente Tanzan.”
Anthony De Mello
***
"Indudablemente, conocer es transformarse.
También aquí se hace presente la no-dualidad: conocer es vivir y vivir es conocer.
En ausencia de ese conocimiento por identidad, permanecemos en la peor de las ignorancias y en el sufrimiento más inútil, tal como pone de relieve la pequeña parábola de los jóvenes peces:
“Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad son un pez mayor que nadaba en dirección contraria; el pez mayor los saludó con la cabeza y les dijo:
«Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?». Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin, uno de ellos miró al otro y le dijo:
«¿Qué demonios es el agua?»
ENRIQUE MARTÍNEZ LOZANO-LA DICHA DE SER

No hay comentarios:
Publicar un comentario