“¿Cree usted que podrá darle a mi hija todo cuanto desee?”, le preguntó un hombre a un pretendiente.
“Estoy seguro de que sí, señor.
Ella dice que todo lo que desea es a mí.
Nadie lo llamaría amor si todo lo que ella deseara fuera dinero.
¿Por qué es amor si todo lo que ella desea eres tú?"
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