"Un niño sintió que se le rompía el corazón cuando encontró, junto al estanque, a su querida tortuga patas arriba, inmóvil y sin vida.
Su padre hizo cuanto pudo por consolarlo: “No llores, hijo. Vamos a organizar un precioso funeral por el señor Tortuga.
Le haremos un pequeño ataúd forrado en seda y encargaremos una lápida para su tumba con su nombre grabado.
Luego le pondremos flores todos los días y rodearemos la tumba con una cerca”.
El niño se secó las lágrimas y se entusiasmó con el proyecto. Cuando todo estuvo dispuesto, se formó el cortejo -el padre, la madre, la criada y, delante de todos, el niño- y empezaron a avanzar solemnemente hacia el estanque para llevarse el cuerpo, pero éste había desaparecido.
De pronto, vieron cómo el señor Tortuga emergía del fondo del estanque y nadaba tranquila y gozosamente.
El niño, profundamente decepcionado, se quedó mirando fijamente al animal y, al cabo de unos instantes, dijo: “Vamos a matarlo”.
En realidad, no eres tú lo que me importa, sino la sensación que me produce amarte.”
Anthony De Mello
***
"¿Qué queda cuando “sueltas” (dejas caer) todo?
Percíbelo; no quieras pensarlo ni entenderlo: lo convertirías en otro objeto mental.
Simplemente, constátalo. Y saboréalo.
Eso que queda es lo que eres. Permanece en esa pura consciencia de ser, solo ser, la dicha de ser.”
ENRIQUE MARTÍNEZ LOZANO-LA DICHA DE SER
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