”...ni tampoco en nombres...
Llegado el momento de poner un nombre a su primogénito, un hombre y su mujer empezaron a discutir.
Ella quería que se llamase igual que su abuelo materno, y él quería ponerle el nombre del abuelo paterno.
Finalmente, acudieron al rabino para que solventara la cuestión.
“¿Cuál era el nombre de tu padre?”, preguntó el rabino al marido.
“Abiatar”.
“Y cómo se llamaba el tuyo?”, preguntó a la mujer.
“Abiatar”.
“Entonces, ¿cuál es el problema?”, preguntó perplejo el rabino.
“Verá usted, rabino”, dijo la mujer. “Mi padre era un sabio, y el suyo un ladrón de caballos.
¿Cómo voy a permitir que mi hijo se llame igual que un hombre como ése?”.
El rabino se puso a pensar en el asunto muy seriamente, porque se trataba de un problema verdaderamente delicado.
No quería que una de las partes se sintiera vencedora y la otra perdedora.
Al fin, dijo: “Os sugiero lo siguiente: llamad al niño "Abiatar"; luego esperad a ver si llega a ser un sabio o un ladrón de caballos, y entonces sabréis si le habéis puesto el nombre de uno o de otro abuelo”.
Anthony De Mello
***
"La realidad, sin embargo, es que soy el sujeto que ve, el sujeto que vive; no soy el objeto percibido.
Soy el que no se mueve, un centro de consciencia inmóvil… y anterior a todo contenido.
Soy la consciencia; todo lo que puedo observar, son solo objetos que desfilan en ella.”
ENRIQUE MARTÍNEZ LOZANO-LA DICHA DE SER

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