"Una mujer estaba inclinada sobre la víctima de un accidente de tráfico, y la multitud lo observaba.
De pronto, se vio bruscamente apartada por un hombre que le dijo:
«Haga el favor de echarse a un lado. Yo tengo un curso de primeros auxilios.»
La mujer estuvo durante unos minutos observando lo que aquel individuo hacía con la víctima.
Luego le dijo tranquilamente: «Cuando llegue el momento de ir en busca del médico, no se preocupe: ya estoy aquí.»
Más a menudo de lo que imaginas, el médico ya está ahí...
¡Dentro de la persona a la que tratas de ayudar!
De modo que déjate de primeros auxilios. ¡Llama al médico!"

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