"Un pobre llamó a la puerta de rabí Shmelke. No había dinero en la casa y entonces el rabí le dio un anillo.
Un momento después, su mujer lo abrumó con reproches por regalar una alhaja tan valiosa, con una piedra tan grande y preciosa, a un pordiosero desconocido.
Rabí Shmelke mandó llamar al pobre y le dijo: Acabo de saber que el anillo que te di es de gran valor. Ten cuidado de no venderlo por muy poco dinero.»
Cuento de la tradición jasídica
***
"El sol poniente se refleja en las ventanas de un hospicio con igual brillo que en la mansión del hombre opulento; en la primavera, la nieve se funde ante su puerta tan pronto como en otras partes.
Un alma reposada puede vivir ahí tan contenta y tener pensamientos tan alegres como en un palacio.
Con frecuencia me parece que los pobres de la villa viven una vida más independiente que cualquier otra persona. Quizá son sencillamente lo bastante grandes para recibir sin desconfianza.
Cultiva la pobreza como una hierba de jardín, como la salvia.»
Henry Thoraud-Walden. La Vida en los Bosques
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