"Se trataba de dos amigos no demasiado inteligentes. Habían decidido hacer una marcha y dormir en un establo.
Caminaron durante toda la jornada. Al anochecer se alojaron, como tenían previsto, en un establo del que previamente tenían noticias.
Estaban muy cansados y durmieron profundamente; pero, de madrugada, una pesadilla despertó a uno de los amigos. Zarandeó a su compañero, despertándolo, y le dijo:
--Sal fuera y dime si ha amanecido. Comprueba si ha salido el sol.
El hombre salió y vio que todo estaba muy oscuro. Volvió al establo y explicó:
--Oye, está todo tan oscuro que no puedo ver si el sol ha salido.
—¡No seas idiota! -exclamó el compañero-. ¿Acaso no puedes encender la linterna para ver si ha salido?
El Maestro dice: Así procede muchas veces el ser humano en la búsqueda espiritual, sin utilizar el discernimiento correcto.»
Cuentos clásicos de la India
***
"Uno se vuelve una última vez. Pero esa mirada inquieta no quiere tomar, retener, conservar: más bien quiere dar, dejar un poco de su luz a la presencia obstinada de las rocas y las flores.
Quien camina, por ejemplo, por glaciares sin nombre, cielos sin mañana y praderas sin historia esparce esquirlas cortantes de su mirada, que se clavarán en las cosas. Si camina es para hendir la opacidad del mundo.
Quien camina, por ejemplo, por glaciares sin nombre, cielos sin mañana y praderas sin historia esparce esquirlas cortantes de su mirada, que se clavarán en las cosas. Si camina es para hendir la opacidad del mundo.
El peregrino no es solo una metáfora de la condición humana. Hay que considerar también su existencia concreta, estatutaria, histórica. Como sabemos, durante toda la Edad Media constituye un personaje concreto, distinto, bien diferenciado.»
Andar-Una filosofía-Fréderíc Gros

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