domingo, 28 de agosto de 2016

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. 


Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo, "Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Se es cruz, perderemos. El destino se revelará". Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. 


Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria. Después de la batalla, un teniente le dijo el general, "Nadie puede cambiar el destino"."Es verdad", contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente, que tenía cara en ambos lados.»


Historias Zen






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"El gran caminante romántico comulgaba con el ser. La marcha era una gran ceremonia de unión mística, en la que el caminante se hacía presente a la presencia, se acurrucaba en el seno puro de una Naturaleza maternal. Y lo que encierra la profundidad de esa respiración, la suavidad del ritmo. 


El flâneur de las ciudades, en cambio, no se hace presente a una plenitud del ser, sino solo disponible a emociones visuales dispersas. 


El caminante se realiza en el abismo de una fusión; el flâneur, en la explosión de una dispersión infinita de destellos."


Andar-Una filosofía-Fréderíc Gros


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