sábado, 26 de agosto de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino



"Al Maestro le gustaba contar algo que le había ocurrido a él mismo:

Al poco de nacer su primer hijo, entró un día en la habitación de éste, vio a su mujer delante de la cuna y se quedó mirando silenciosamente cómo contemplaba ella al niño dormido. 

Al ver en el rostro de su mujer una mezcla de incredulidad, arrobamiento y éxtasis, se le saltaron las lágrimas, se acercó a ella de puntillas, le rodeó la cintura con su brazo y le susurró:

«Sé lo que estás sintiendo, querida. . .»

Volviendo en sí, la mujer le dijo: «Sí. Que me maten si entiendo cómo se puede hacer una cuna como ésta por veinte dólares».

Anthony De Mello






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A) Vivir de la fe


«La gracia de la vocación contemplativa comporta la capacidad de adentrarse en la fe, no sólo como el camino hacia la unión esponsal con Dios, sino también como la esencia y el motor de la propia vida. 


Al contrario de muchos cristianos, para los cuales la fe se reduce a una adhesión intelectual o moral a unas verdades, el contemplativo descubre a Dios como el enamorado que le busca apasionadamente y desea convertirse en lo único necesario en su vida. 


A partir de ahí, se deja conquistar por ese amor infinito de Dios y se abandona incondicional y ciegamente en sus manos, lanzándose hacia Él en la oscuridad de la noche, iluminado tan sólo por una estrella que vio brillar un día y que no sabe a dónde lo va a llevar.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo



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