jueves, 14 de septiembre de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino



«Mi vida es como un cristal hecho pedazos», dijo el visitante. «Mi alma está corrompida por el mal. . . ¿Puedo tener alguna esperanza?»

«Sí», dijo el Maestro. «Hay algo con lo que se repara cualquier cosa rota y se limpia cualquier mancha».

«¿Y qué es?»
«El perdón».

«¿Y a quién he de perdonar?»
«A todos: a la vida, a Dios, a tu prójimo... y, sobre todo, a ti mismo».

«¿Y cómo se hace ?»
«Comprendiendo que no hay que culpar a nadie», dijo el Maestro, «A NADIE».

Anthony De Mello







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"La unidad de vida entre Jesucristo y el cristiano exige que el camino de glorificación del Señor sea el mismo camino que siga su discípulo. 


Por eso no existe otro modo de participar y trasparentar la gloria de Dios que bajando, por la vía del amor, hacia la entrega total de la vida en la cruz, a través de un proceso real de anonadamiento que lleva a la verdadera pobreza, tanto por el despojo de lo más exterior como por el vaciamiento de lo interno. 


Así, el discípulo sigue el camino de la obediencia, imitando al Señor, que aceptó ser «obediente hasta la muerte y una muerte de cruz» (Flp 2,8), para llegar a ser realmente pobre, a ejemplo del Hijo de Dios, que se hizo pobre con los pobres.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


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